15.08.24 Eduardo Guerrero ha sido una de las estrellas de la semana en el Festival del Cante de Las Minas, en Murcia. El bailaor gaditano es ejemplo de este festival, una mezcla de respeto a las raíces del flamenco y de pasión por expresarlo con nuevas formas.
No tardó mucho Guerrero en deleitar al público con su taranto, evocando su experiencia en el concurso. «Voy a repasar los palos que me acompañaron en ese tiempo», confesó. Y lo hizo con una destreza que solo se recuerda en los más grandes del baile flamenco.
Eduardo Guerrero lucha por elevar cada día más el flamenco, mientras combina su tradición y las nuevas vanguardias del mismo. Pocas veces se escucha el primer golpe de tacón sobre unas tablas como se escuchó el de Eduardo. Aunque son sus brazos, sus manos, sus muñecas y sus dedos lo que destaca sobre lo demás. No baja estos de cadera para abajo, haciendo de sus piernas, en ocasiones, un mundo aparte. Es la inercia de su figura lo que hace ver tales movimientos con una inercia y un fluir fuera de lo común.
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