28.04.24 Según el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada el 13.4 % de personas en España se encuentran en esta situación. De ellas, el 43% son mayores de 65 años y el 70% son mujeres. Además, se calcula que el 21,9% de los jóvenes entre 16 y 24 años la sufren.
Ante estos datos, la coreógrafa y bailarina Paula Quintana se ha propuesto investigar y desarrollar el potencial de las artes vivas en relación con la medicina y la sociología para abordar de forma "innovadora, sostenible y transgeneracional", en sus propias palabras, estos retos de la sociedad presente y futura.
Lo hace con GUATEQUE, un proyecto para el que se ha aliado con la médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Marta Gómez y la socióloga especialista en procesos participativos Malena Burghardt. La iniciativa, que se desarrolla durante los meses de abril, mayo y junio, reúne a dos colectivos: adolescentes y mayores de 65 años. Con ellos se hará un diagnóstico de su situación social y sanitaria a través de entrevistas, tests y escalas médicas validadas. A esta primera etapa, le seguirá la realización de cinco talleres de experiencia creativa y corporal. Finalmente, el 9 de junio en el Teatro Leal de Tenerife, tendrá lugar un evento público y festivo -un guateque- que combina la exposición documental de los resultados obtenidos y la presentación de performances con el material resultante, la música y el baile. "Una forma de compartir y de celebrar en comunidad nuestra capacidad de asumir y abordar los desafíos que nos atraviesan, como individuos y como sociedad", explica Quintana.
GUATEQUE forma parte de Sinapsis, un programa que promueve el Gobierno de Canarias, que permite la investigación y la formación y apoya el desarrollo de proyectos culturales innovadores con impacto social y medioambiental. Esta es una iniciativa del Proyecto C24.I1.P1.2 Apoyo a aceleradoras culturales, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea - Next Generation EU.
Paula Quintana
Paula Quintana nació en Tenerife. Sus coreografías se acercan sin prejuicios distintos lenguajes como el flamenco, la danza contemporánea y el teatro físico. Se caracterizan por mirar con curiosidad a otros ámbitos del pensamiento: la ciencia (y la ciencia ficción), la ecología, la medicina o la astrofísica. Esta vocación transfronteriza sustenta también su búsqueda más allá del escenario, promoviendo procesos creativos que involucran a distintos colectivos: los adolescentes, las personas mayores o la comunidad científica, por citar algunos.
A la creadora, que fundó su compañía en 2014, le interesa cómo el cuerpo habla del mundo y cómo el mundo habla del cuerpo. “Soy habitante de este tiempo”, explica, “y quiero establecer con el espectador un diálogo entre contemporáneos, apelando a la intuición y a la reflexión, abordando temas que nos interpelan, que nos afectan, que nos conmueven”. En la obra de Paula Quintana aflora la crisis de la comunidad humana actual, enfrentada a un cambio de paradigma. Emergen también tres voluntades: la primera, equiparar el conocimiento del cuerpo -de sus pulsiones, respiraciones y movimientos- con otros ámbitos del saber; la segunda, explorar las posibilidades del arte como motor de transformación social; la tercera, tender puentes con un amplio espectro de público, más allá de los círculos propios de la escena contemporánea.
Sus trabajos se han presentado en España, Italia, Francia, Corea del Sur, Reino Unido, Congo, Uruguay y Estados Unidos, entre otros. Su trayectoria ha sido reconocida con seis candidaturas a los premios Max de las Artes Escénicas (2016 y 2020), con el Premio a la Mejor Interpretación en los galardone Réplica de las Artes Escénicas (2019), con el Primer Premio en el III Certamen Europeo Mujer Creadora Contemporánea (2016), con el Premio Especial Mejor Artista Emergente Feria Umore Azoka (2015), entre otros galardones.
Es dueña de una prolífica carrera como coreógrafa, bailarina y performer. Ha sido artista residente en Graner Centre de Creació en 2022, en el Teatro de La Abadía en 2021, en Cité International des Arts de París Centre National de la Dansa en 2019 y en los Teatros del Canal de Madrid de 2015 a 2019. En 2021 es seleccionada por el programa Art For Change de la Fundación La Caixa. En 2023 se encarga de la coreografía y dirección artística de la actuación de Blanca Paloma en el festival Eurovisión. En 2024, será la coreógrafa de la gala de los Premios Max.
Actualmente se encuentra inmersa en el proceso creativo de su último espectáculo, Atlas de Anatomía Humana. Una pieza con latido flamenco (“mi abuela materna me cantaba nanas por bulerías”, recuerda), que realiza en diálogo con otras creadoras.
En su repertorio destaca la trilogía compuesta por Huerto (2023), un trabajo en el que conviven danza, ciencias y rito; La Carne (2020), una fábula de ciencia ficción sobre la resistencia de una mujer contra un destino que la relega al rincón oscuro de la Historia; y Las Alegrías (2019), una pieza sobre la alegría como potencia transformadora y revolucionaria. Siempre en algún lugar (2017) es un poema escénico en el que el cuerpo convive con la tecnología. En Latente (2015) combina texto, teatro físico y flamenco para confrontar al público con las rutinas que nos hacen olvidar las esencias. Amarga dulce (2015) resucita a una Dulcinea atemporal que sobrevive al presente tratando de olvidar su glorioso pasado y Pieles (2014) reivindica una reconciliación con las emociones. Realiza también piezas site-specific y talleres para instituciones y festivales dentro y fuera de España.
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