21.11.22

La danza será una de las principales protagonistas en Nave 73 con espectáculos tan dispares y potentes como Rojo Pandereta (Psicoballet), de Javier Vaquero y Oihana Altube, o Gochos, de los hermanos David Blanco y Sergio Toyos.

El colectivo de Danza Contemporánea Rojo Pandereta se forma en 2018 en Madrid “con el objetivo de generar procesos de investigación/creación donde cuestionar los paradigmas coreográficos que como bailarinas han atravesado y construido nuestras identidades corporales (nacionales, de género, de raza y profesionales)”. De su recorrido hasta el día de hoy se desprenden dos piezas teatrales: Rojo pandereta (El Ballet) y Rojo pandereta (Psicoballet).

Esta última pieza, que será la que veamos en Nave 73, muestra, en palabras de sus autores: “lo que nunca se ve en las obras de danza: los procesos de entrenamiento, los trucos y métodos con los que distraer las sensaciones de incapacidad vividas en los ensayos”. Un espectáculo que se caracteriza por el humor y que nos acerca a la vulnerabilidad de unas bailarinas que se atreven a mostrarse haciendo algo en lo que no son brillantes ni expertas.

Por su parte, los asturianos David Blanco y Sergio Toyos siguen las premisas del teatro documento para contar, a través de la danza, la historia de la fosa común de El Rellán, situada en Grado, Asturias, sobre la que se construyó una granja de explotación porcina apenas diez años después de producirse los enterramientos. Tras un exhaustivo trabajo de investigación en el que han participado, entre otras entidades, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y el Ayuntamiento de Grado, el resultado es un conmovedor espectáculo en apariencia minimalista, aunque lleno de referencias a nuestra propia historia y a la tradición folclórica asturiana.

También sobre la Memoria, la de nuestros abuelos y bisabuelos, indaga el proyecto de Producciones Kepler: Alaejos; pocos y lejos. Un proceso que nació en 2018 y que desde entonces ha ido tomando forma “gracias a las memorias y relatos de varias generaciones que nos han confiado sus historias propias y familiares”. Un relato que se enfrenta al olvido y al paso del tiempo para sacar del anonimato “estas historias que se pierden en el mar de la Historia”.

Muy presente está también la danza en el trabajo de Alberto Velasco: Sweet Dreams. Un monólogo en el que se habla “de la sensación de estar perdidos en el mundo y de los pocos recursos emocionales que tenemos para seguir a flote usando precisamente eso que nos libera: la música, el sentido del humor y el arte”. Premio GodOff 2022 a Mejor Espectáculo, Sweet Dreams ha colgado el cartel de Sold Out en todas las funciones de su vuelta a la programación en el mes de noviembre.






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