19.02.20 Veo con asombro, y con pena, en eldiario.es, que el Tribunal Supremo confirma como indefinida a una bailarina del BNE tras 10 años de contratos temporales.
Mi asombro, y pena, no es por el fallo del Tribunal Supremo, que aplaudo. Ya era hora de que los bailarines tuvieran apoyo por parte de la justicia en este tema. Y no es el único asunto turbio, en lo que a sus trabajadores se refiere, del BNE (y en el INAEM lo saben).
Mi pena viene provocada porque el mencionado diario desconozca que el BNE no programa danza clásica, para eso está la CND, y que haya colocado como foto de cabecera una foto con tutús y puntas -concretamente de Las Sílfides-. Si un diario que tiene algún prestigio, al menos es conocido, desconoce de esta manera algo tan elemental del mundo de la danza, no podemos esperar mucho rigor dancístico en sus páginas.
Hace años había un responsable de imagen que cuidaba este y otros detalles. En la actualidad el rigor gráfico de nuestra prensa es nulo.
Por cierto, la foto elegida para ilustrar este fraude del BNE corresponde al Ballet Imperial Ruso. Supongo que ver una imagen de su formación ilustrando esta noticia no va a hacer ninguna gracia a la compañía y que habrá contestación judicial. Tal vez sería una forma de conseguir más rigor en la prensa española en lo que respecta a la danza.
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