06.11.19 Leo hoy en el diario El País (*) la deriva que ha tomado el cierre de la compañía Ballet Víctor Ullate de la Comunidad de Madrid, con un presunto intento de ERE fraudulento, y su siguiente capítulo con la disolución de la Fundación tras recibir un requerimiento público pidiendo la presentación de cuentas, algo que al parecer no hace desde 2016.
Los trabajadores no cobran desde agosto
Víctor Ullate, su empresa, tuvo que dejar el ERE en suspenso por no seguir la normativa legal. La negociación de este tipo de expedientes requiere la designación de representantes de los trabajadores elegidos por ellos mismos en un plazo de 15 días. Al parecer, según leo en El País, la empresa de Víctor Ullate designó por su cuenta estos representantes, eligiendo para ello a Josué Ullate (hijo del coreógrafo), una profesora amiga personal del Maestro Ullate y su contable y hombre de confianza.
Sigo lamentando que la trayectoria artística del Maestro Ullate vaya a quedar sepultada por una disolución de su compañía aparentemente fraudulenta y en todo caso muy mal enfocada.
En el artículo que comento figuran los nombres de Jaime de los Santos y Joel Toledo como miembros del patronato de la Fundación. He comunicado con Joel Toledo y me dice que figuraba en dicho patronato en razón de su cargo de asesor de danza de la comunidad, pero que al cesar en su cargo, también cesó en el patronato. Supongo que la misma situación es aplicable al ex consejero de cultura Jaime de los Santos.
Los dineros de la Cultura
No puedo dar crédito al hecho de que desde 2016 la mencionada fundación no presentara cuentas y que, a pesar de ello, siguiera recibiendo dinero público. ¿Qué control se tiene sobre las subvenciones que se dan y el cumplimiento de los objetivos a los que van destinadas?
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