18.07.17

Un tango más es sobre todo una historia de amor. La historia de amor entre los dos bailarines de tango más famosos de todos los tiempos. Y es también la historia de su enorme amor por el tango.

SINOPSIS

María Nieves Rego (81) y Juan Carlos Copes (84) se conocieron en una milonga de Buenos Aires, cuando ella tenía catorce años y él diecisiete, a finales de los años 40. A partir de ese encuentro, bailaron juntos durante casi cincuenta años. Durante todo ese tiempo se amaron, se odiaron, pasaron por varias separaciones dolorosas, pero siempre volvieron a bailar juntos.
En Un tango más Juan Carlos Copes y María Nieves le cuentan su historia a un grupo de jóvenes bailarines y coreógrafos de tango de Buenos Aires, que transformarán los momentos más bellos y dramáticos de sus vidas, en increíbles coreografías de tango.

NOTAS DEL DIRECTOR

¿Cuándo comienza realmente una película? No estoy hablando del momento en el que se apagan las luces en el cine y comenzamos a ver las primeras imágenes en la pantalla. Sino del momento en el que la idea de una película comienza a tomar forma. A empujar y hasta a gritar, pidiendo salir a la superficie…

Recuerdo perfectamente el primer momento en el que encontré a María Nieves en Buenos Aires. Era tarde y María estaba fumando un cigarillo afuera de una milonga. Le conté que estaba preparando una película sobre tango y que me gustaría hablar con ella. María fue muy amable y seductora – siempre lo es – y me citó algunos días más tarde en su casa.

Recuerdo perfectamente que después de haber estado sentado treinta segundos en su sofá, hablando con María, supe que ella tenía que ser parte del film.

Recuerdo perfectamente, cuando unos días después de ese encuentro, leí el libro “Quién Me Quita Lo Bailado” de Mariano del Mazo y Adrián D’Amore, sobre la vida de Juan Carlos Copes. Mientras las páginas del libro volaban en mis manos, no podia quitarme de la cabeza la idea de que la película debía ser sobre los dos, María y Juan, ¡la pareja de tango más grande de todos los tiempos!

Varios años pasaron desde aquél momento. La realización de la película fue un verdadero desafío. Además de un viaje, a veces maravilloso, y muchas veces difícil y peligroso.

Durante este viaje tuve el privilegio de encontrar y trabajar con artistas fantásticos. En primer lugar, por supuesto, con María y Juan, quienes dedicaron su vida al tango, lo influenciaron y lo transformaron como ninguna otra pareja. Pero también con todos nuestros bailarines y coreógrafos, que dieron todo para poder crear y bailar las fantásticas coreografías de nuestra película. También tuve un increíble equipo detrás de la cámara. Gente que ama hacer películas y que trabajaron largas horas y muy duramente para poder hacer la mejor película posible.

Y por por supuesto, siempre estaré agradecido de la generosa ayuda de Wim Wenders, ex-profesor mío en la Escuela de Cine de Múnich, que muy amablemente aceptó acompañarme en este viaje.

Hace ya muchos años dejé la ciudad en la que nací y crecí, Buenos Aires, para viajar a Alemania siguiendo el sueño de poder hacer un día mis propias películas. Y fue justamente ese mismo sueño, el que me trajo nuevamente a Buenos Aires, años más tarde, para hacer “Un Tango Más”. Esto nos muestra que aunque tendemos a pensar que nuestros caminos en la vida van en linea recta, muchas más veces de lo que nos gustaría, tenemos que aceptar que son en realidad son circulares… Muy similares a un tango…

Germán Kral






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