10.02.17
Ayer asistimos a los Teatros del Canal para ver el ensayo general de Romeo y Julieta, de Les Ballets de Monte-Carlo. La particular visión de la conocida obra de Shakespeare, coreografiada hace 20 años por Jean-Chirstophe Maillot, se estrena esta noche y permanecerá en cartel hasta el domingo día 12. Por si quedasen dudas de si el ballet atrae al público madrileño al teatro, hace días que colgaron el cartel de: “Entradas agotadas”.
La original revisión de la obra escrita hace más de 4 siglos por Shakespeare vuelve a Madrid. El coreógrafo de esta versión, Jean-Christophe Maillot, nos muestra una historia más cercana, actual (sin espadas ni otros elementos que sí aparecen explícitos en el texto original) y a veces descarada, manteniendo las bases del amor y la tragedia de la obra original. Por supuesto, utilizando el libreto de Prokofiev (muy criticado cuando se presentó hace un siglo).
Esta versión se estrenó hace 20 años, sin embargo, su ritmo, adaptación a la estética y forma de interacción actual, la energía y la gestualidad de sus intérpretes y la forma tan original de representarla, sigue gustando, y mucho.
Vemos un toque cinematográfico en diferentes elementos y momentos de la historia. La apertura de la obra con el uso de elementos audiovisuales; la fácil diferenciación de los diferentes momentos de la historia (inicio, nudo y desenlace); el manejo del tiempo -en los momentos más intensos se congela la escena, para que el espectador la observe y la experimente aún más intensamente- y el espacio, cuidando la disposición de los personajes por todo el escenario; el empleo del personaje Fray Lorenzo como hilo conector y conductor de la obra, de inicio a fin, anticipando la tragedia, ayudando a que los enamorados disfruten de su amor y, estando presente en los momentos claves de la historia.
También están muy bien escogidas las luces, moviéndose en una dualidad de tonos más cálidos o más fríos en función del carácter de la escena representada en un espacio donde predomina la tonalidad blanca (que puede recordar a la pureza de la historia de amor entre los enamorados). Respecto a los trajes, vemos de nuevo esa dualidad, utilizando los tonos blancos y beige, en contraposición a los negros.
Entre sus bailarines, los cuales demuestran su calidad artística, destacan por su expresividad y gestualidad los personajes de la nodriza de Julieta y el amigo de Romeo, Mercucio. El personaje de Teobaldo también está muy bien interpretado. Las escenas de lucha entre los capuletos y los montescos son muy interesantes, sorprendiendo la cámara lenta que podemos ver en uno de los momentos claves de la historia (que mejor no desvelamos). También cabe destacar los pasos a dos de los enamorados, en especial el último de ellos, donde Julieta destaca en su interpretación.
Una tragedia romántica que no pasará de moda gracias a la intensidad de las emociones y los valores que se representan en ella: amor, odio, inocencia, envidia, rivalidad, celos, pasión, lealtad y valentía, entre otros. Todos ellos tan humanos y tan presentes, no importa la época en la que vivamos.
Sin duda, merece la pena ver esta versión así que esperamos que los afortunados que tienen sus entradas lo disfruten como lo hemos hecho nosotros.
Sara Antequera
Teatros del Canal
Cea Bermúdez, 1
10, 11 y 12 de febrero de 2017
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