19.11.16
Fechas espectáculo:
18.11.16 - 19.11.16
La magia de Nacho Duato regresa al escenario madrileño.
El comienzo de la edición número 31 del Festival internacional Madrid en Danza, no ha podido ser más emocionante. Una vez más, comprobamos el buen criterio de su directora, Aída Gómez, y su compromiso con la danza y las figuras clave en nuestro país –y extranjeras- de ayer y de hoy.
La noche del viernes 18 de noviembre, los asistentes a los Teatros del Canal fuimos testigos del emotivo homenaje a Nacho Duato, quien fuera director de la Compañía Nacional de Danza (CND) durante 20 años. El actual Director artístico del Ballet de la Ópera de Berlín, hizo un recorrido por algunas de sus coreografías creadas para el CND durante sus años de dirección, y añadió la pieza “Static Time” dedicada a Toni Fabre.
Durante su discurso inicial, se vio a un Nacho comedido en sus palabras y claramente emocionado. El público quiso arroparle cuando se le entrecortaba la voz al hablar de lo emotivo que era para él esa velada.
El homenaje conectó con el pasado y el presente de su obra, a través de bailarines que ya no están en la CND y con otros que siguen siendo referentes en la compañía (con el agradecimiento a José Carlos Martínez por “prestárselos” para la gala). Estos fueron: Luisa María Arias, Sara Fernández López, Erez Ilan, Marina Jiménez Blasco, Héctor Torres del Cerro, Mar Aguiló Durán, Daan Vervoort, Kayoko Everhart, Isaac Monllor, África Guzmán, Francisco Lorenzo, Dimo Kirilov, Mathieu Rouviere, Aleix Mañé Sáez, Thomas Klein, Gentian Doda y Lucio Vidal (estos dos últimos, en Berlín con Duato). Duato presentó a todos y cada uno de ellos, recordándonos su paso y estancia por la compañía y destacando su calidad técnica.
Vimos a unos bailarines entregados, compenetrados, muy versátiles, expresivos, con movimientos muy limpios, precisos y ajustados a los requerimientos de unas coreografías vivas y exigentes que no hacen otro que aprovechar al máximo el potencial y la calidad técnica e interpretativa de los bailarines. Se respiraba la energía y la concentración sobre el escenario. Un bravo a todos ellos por una actuación espléndida.
Entre sus piezas encontramos algunas que dieron el reconocimiento nacional e internacional que hasta ahora, ningún otro director ha conseguido dar a la danza “made in Spain”. De nuevo, pudimos disfrutar de sus coreografías, de la música que con tanta sensibilidad y acierto escoge en sus obras y de unos bailarines totalmente entregados a su danza.
Pudimos ver fragmentos de “Arenal”, “Jardi Tancat”, “Mediterránea (el Naranjo)”, “Rassemblement”, “Arcangelo”, “Remanso”, “Static Time” (pieza dedicada a Toni Fabre e interpretada por Gentian Doda y Lucio Vidal), “Herrumbe”, “Cobalto” y “Multiplicidad”. Después de cada pieza se escucharon aplausos y vítores (sobre todos las piezas interpretadas por Tamako y Dimo). Se echaban de menos sus coreografías, con un lenguaje rico y muy expresivo que se nutre de la música y de la versatilidad de los bailarines que lo interpretan.
Tampoco quiso olvidar al fotógrafo de la compañía, Fernando Marcos, al cual agradeció su trabajo y discreción (bravo por este detalle) y, cuyas fotografías abrieron el acto.
En los últimos días hemos podido leer noticias en las que se hablaba de la marcha de Nacho Duato de su actual compañía en el 2019 e incluso de su disfrute coreografiando ballet (si bien habla de un Petipa “aburrido” , ante lo cual estoy en total desacuerdo. La herencia de Petipa no pasará de moda y los “fanáticos locos del ballet” , seguiremos disfrutándolos y tratando de que tengan el hueco que merecen). La esperanza que podría suponer ambos ingrediente juntos se desvanece ante su afirmación de no querer volver a dirigir una compañía.
Una pena porque, ¿no sería maravilloso poder disfrutar de nuevo de sus coreografías ya conocidas y de nuevas creaciones, aunando ballet clásico y danza contemporánea? Las lágrimas de emoción de los asistentes, sus aplausos y todos los “Bravo” lanzados anoche, parecen indicar que somos muchos los que quisiéramos volver a tenerle de vuelta en nuestro país.
En resumen, el público estuvo entregado en una “noche perfecta” , como hacía referencia Duato durante su discurso inicial. La despedida fue unánime, todos en pie, con vítores, aplausos y queriendo más, más Nacho Duato.
Teatros del Canal
Sala Roja
Cea Bermúdez, 1
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