01.12.16
Sobre gustos no hay nada escrito. El Festival Madrid en Danza sigue con su excelente programación y, aunque yo no salga siempre del teatro completamente convencido, no puedo negar la calidad que se está ofreciendo a los aficionados madrileños.
Nijinski
Ayer vi Nijinski, de Gauthier Dance//Dance Company Theaterhaus Stuttgart. Ya durante el pase gráfico la obra me pareció que estaba iluminada con demasiada mesura, -aunque pude sacar fotos de las que siento orgulloso y enseñaré con gusto a los que deseen verlas-.
El espectáculo me dejó frío, no sólo por su oscuridad, también por lo, a mi modo de ver, repetitivo de la coreografía y la dificultad para asignar a cada escena un momento de la vida de Nijinski.
Sin embargo, a mi encantadora acompañante la obra le gustó mucho, y ello a pesar de que, como ha escrito en las redes, ella es más de clásico que de contemporáneo.
Como decía al comienzo, sobre gustos no hay nada escrito y, seguramente, la ausencia de luz es muy condicionante para un fotógrafo.
SINOPSIS
El nuevo ballet de Marco Goecke, Nijinski, nos habla del bailarín y coreógrafo Vaslav Nijinsky. La pieza gira en torno a momentos especiales de su vida, visita «las tablas que significan el mundo» y nos confronta con la estrecha relación que se establece, con frecuencia, entre arte y locura.
Nijinsky fue uno de los artistas más extraordinarios del siglo pasado. Como bailarín interpretó roles que han mantenido su plena vigencia a lo largo de la historia de la danza y que han llegado hasta nuestros días. Sus actuaciones en los Ballets Russes de Sergei Diaghilev –sobre todo en los papeles de payaso en Petrushka (de Igor Stravinsky), de fantasma en Spectre de la rose y de esclavo de oro en Scherezade– han entrado en la memoria colectiva del mundo de la danza. El inmenso escándalo que originó en París la coreografía de Nijinsky Le sacre du printemps, en 1913, o el alto grado de erotismo de su ballet L'après-midi d'un Faune, con música de Claude Debussy, nos dan una idea del alcance visionario de su arte.
Su carrera se entreteje, indisociablemente, con su camino hacia la locura. Luchó contra la esquizofrenia, pero con el paso del tiempo se tuvo que ir alejando de la escena pública. Nijinsky perteneció a la generación que vivió ambas guerras mundiales, y como paciente de un hospital psiquiátrico fue expuesto a la amenaza del programa nazi de eutanasia, del que logró escapar junto con su esposa Romola.
Este ballet sobre el arte, la magia, el valor de la danza y también sobre el sufrimiento personal relata momentos de la vida de Vaslav Nijinsky, una vida de glamour y fama, pero también con claroscuros en su historia.
El baúl de los flamencos
Hoy he asistido a La Abadía para ver El baúl de los flamencos de Concha Jareño. Mentiría si dijera que no me ha gustado. Pero reconozco que a partir de cierto momento ha dejado de emocionarme.
Si se asiste a un espectáculo anunciado como de 80 min., y el espectáculo comienza a las 19:30, uno espera estar aplaudiendo, o no, a las 20:50. Cuando en el móvil de la señora de delante, que se ha pasado el espectáculo viendo su WhatsApp, ves que ya son las 21:20, sabes que la cosa se le ha ido a alguien de las manos.
Para ceñir el espectáculo a su duración anunciada, personalmente, yo recomendaría eliminar el tramo que representan una corrida de toros con infortunada muerte del animal en escena. Pero esto va en gustos y sensibilidades.
SINOPSIS
El conjunto del vestuario flamenco que comprende tanto la indumentaria como los accesorios o complementos, constituye el punto de partida de este espectáculo que abarca la investigación desde las raíces de la tradición popular hasta la sofisticación de nuestros días. Un recorrido histórico pero aleatorio, lleno de color y dinamismo donde exploramos los códigos simbólicos y socioculturales que han permeado el devenir del vestuario flamenco a través de los tiempos y que son al igual que el género al que viste, el resultado de la hibridación entre lo rural y lo urbano, lo aristocrático y lo popular, lo importado, lo español, lo andaluz y lo gitano, el diseño y lo improvisado, lo nuevo, lo arcaico y lo espontáneo.
"Nijinski"
FICHA ARTÍSTICA
Un ballet de Marco Goecke
Música: Frédéric Chopin, Claude Debussy, Libiana
Escenografía y vestuario: Michaela Springer
Iluminación: Udo Haberland
Dramaturgia: Esther Dreesen-Schaback
Asistencia coreográfica: Fabio Palombo
Producción: Alexandra Brenk
Regiduría artística, escena y vestuario: Gudrun Schretzmeier
Bailarines: Alessandra La Bella, Alessio Marchini, Anna Süheyla Harms, Anneleen Dedroog, Barbara Mela Freire, David Rodríguez, Francesca Ciaffoni, Garazi Pérez Oloriz, Jonathan Dos Santos, Luke Prunty, Maurus Gauthier, Nora Brown, Réginald Lefebvre, Rosario Guerra, Sandra Bourdais, Theophilus Vesely
"El Baúl de los Flamencos"
FICHA ARTÍSTICA
Bailaora: Concha Jareño
Bailarín invitado: Adrián Santana
Guitarra, colaboración especial: Juan Antonio Suárez "Cano"
Cantaora y bailaora, artista invitada: Ana Salazar
Cantaor: Miguel Ortega
Cantaor: David Sánchez "Galli"
Percusión: Bandolero
Palmas: Torombo
Idea original, dirección artística, coreografía y repertorio: Concha Jareño
Dirección artística, coreografía, transiciones musicales y repertorio: Rafael Estévez
Ayudante de dirección y coreografía: Valeriano Paños
Jefe de producción y gerente: Silvia Melero
Música original y dirección musical: Juan Antonio Suárez "Cano"
Diseño de iluminación y coordinación técnica: Olga García (AAI)
Diseño de sonido: Ángel Olalla
Diseño de vestuario: Yaiza Pinillos, Ángela Lozano, Mari Carmen Bueno
Música en off: Composición de Perico del Lunar
Adaptación pandereta: Adrián Santana
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