27.07.16 No puedo entender las audiciones convocadas por el INAEM más que como un acto absurdo de prepotencia y soberbia. Un acto hecho sin calcular sus consecuencias.
Tras un largo periodo de huelgas, muy mal gestionado por parte del Ministerio, al parecer la solución que se adopta es una renovación total de la plantilla de la compañía. Un castigo que podría ser ilegal ya que probablemente conculca el derecho de huelga que ampara nuestra constitución. (*)
La dignidad de una profesión
Los profesionales y aficionados se están uniendo y son ya muchos los mensajes de “HOY TOD@S SOMO PARTE DEL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA.” que pueblan las redes pidiendo el boicot a estas audiciones.
Si alguien hubiera pensado antes de tomar esta decisión, habría comprendido la suma estulticia que supone.
Las audiciones de septiembre sólo tienen dos salidas posibles:
- Que nadie se presente y no se celebren. La más deseable dado como está el patio.
- Que se celebren, creando en la profesión un sentimiento de indignación hacia el INAEM, hacia el BNE y, esto es lo peor, hacia los nuevos integrantes que surjan de esas audiciones, que obviamente deberán cargar con el San Benito de “esquirol” durante el resto de su vida profesional.
Como digo, el Ministerio no ha calibrado bien las consecuencias de esta convocatoria. Tal vez la directora del INAEM debería pensárselo, desconvocar las audiciones y hablar con el comité de huelga para hallar una solución que sea digna para los artistas. Al fin y al cabo, ellos sólo piden lo que es justo.
Existen otros mundos y están en este
Mientras todo esto ocurre, Antonio Najarro, con su renovación por tres años en el bolsillo, sigue mirando hacia otro lado. Lo mismo se presenta él a la audición. Vergüenza.
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