28.04.16 He visto la Gala de entrega de los premios MAX en bi-diferido, grabé la retransmisión diferida y la veo hoy entera. Me sorprendo por su gran calidad. No es habitual que las galas españolas destaquen por este motivo.
Ha sido una Gala ágil en la que los premios se han anunciado sin barroquismos, las actuaciones han tenido duración y protagonismo adecuado y los premiados han sido directos y concisos.
La catarata de premios que Ananda Dansa ha recibido me ha hecho feliz. Muy feliz. Es una compañía que me gusta desde siempre y su obra Pinoxxio, como ya he comentado en varias ocasiones, me parece una joya que debería devenir en clásico con el paso del tiempo.
También he disfrutado el premio a Pepe Viyuela. Tan merecido, tan justo.
Algún premio no ha sido coincidente con mis gustos, pero sobre gustos…
Obviamente la transmisión que hizo TVE2 tenía muchos fallos desde el punto de vista de la danza, pero es comprensible dado que la casi total ausencia de danza en nuestras televisiones públicas, ausencia que por desgracia sería deseable en algunas televisiones privadas, hace que no haya profesionales preparados para televisar danza.
Como decía los premiados han sido directos y concisos en sus intervenciones de agradecimiento. Se ha denunciado muchas de las agresiones que la cultura recibe de los estamentos políticos, tales como el IVA anticultural, la detención de los titiriteros… pero sin soflamas, se ha denunciado con calma, con la serenidad de los que saben que tienen razón.
Y es aquí donde encuentro una sombra en la Gala. He echado en falta alguna protesta por la anunciada destitución del director del Teatro Español, Juan Carlos Pérez de la Fuente, al que el gobierno de la señora Carmena no va a dejar culminar su proyecto. Algo, muy injusto en mi opinión, que podría esperar de la casta, pero no de un gobierno progresista al que yo he votado y, si no hay novedades, seguiré votando para evitar que gobiernen los de siempre y en espera de una opción que sea más acorde con mis ideas.
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