12.04.16
Me piden mi opinión sobre la segunda gala de este programa. Confieso que no la he visto y que he tenido que buscar en el ordenador para poder opinar.
Definitivamente no es un programa de danza. Es un programa anticultural más de los que esta y otras cadenas similares sirven a un público fiel, consumidor de lloriqueos, intimidades insulsas y cotilleos absurdos. Un servicio que se hace a los políticos alienando las mentes de los ciudadanos.
No sé qué criterio se ha seguido para elegir a los concursantes, pero veo una gran desproporción entre disciplinas como danza urbana y sexi style, muy representadas ambas, en detrimento de la danza clásica, el flamenco y danza española. La danza contemporánea ni se ha visto.
El jurado, seguramente aleccionado por la cadena, se decanta claramente hacia las danzas más “comerciales”, las que pueden gustar más al público habitual de este tipo de cadena. Aclaro que me gustan, mucho, tanto la danza urbana como el sexi style cuando tienen calidad.
Aunque no quería dar nombres, voy a mencionar uno. Admiro a Rocío Dusmet que, seguramente sabiendo que no iba a ser valorada como se merece, ha luchado por dar visibilidad a la danza española. ¡Olé tu arte!
Como es lógico, a los bailarines no les está gustando ni pizca este programa que no representa la realidad de la danza en España y las redes siguen escupiendo fuego.
Muy decepcionante que este programa en el futuro se incorpore a las estadísticas televisivas como “programa de danza”.
Si quieren ver danza vayan al teatro.
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