09.03.16
La compañía Sasha Waltz & Guests trae al Teatro Real, Sacre (Consagración), un programa dividido en tres piezas que se podrá disfrutar hasta el próximo 12 de marzo. La música que compone cada obra está interpretada, en directo, por la Orquesta Sinfónica de Madrid.
L’Après-midi d’un faune (La siesta de un fauno), es una obra basada en el poema de Mallarmé, que cuenta la historia de un fauno cuya siesta se ve interrumpida por la llegada de unas ninfas. Si bien se ha cuestionado su estética y calidad a lo largo de los años, de nuevo hoy, terminamos de ver la pieza con la sensación de que nos falta algo. La coreografía, que nos deja movimientos sutiles y otros más sensuales y provocadores, no consigue saciar al espectador.
No obstante, no podemos olvidar que se trata de la única obra que aún se mantiene de Nijinsky. Obra que no tuvo una buena acogida tras su estreno en París, en 1912, a pesar de la expectación que había generado, entre otros, por la música del gran compositor Claude Debussy.
Scène d’Amour, fragmento de la obra Romeo y Julieta, es exquisita. La delicadeza de la pieza muestra la pureza de un amor con un destino trágico, a través de un bellísimo diálogo entre los dos enamorados. Ella, Lorena Justribó, nos regala una Julieta etérea, ingrávida, mientras que Igal Tsur interpreta a un Romeo rendido y entregado al amor de su prometida.
Disfrutamos de la delicadeza con la que encadenan cada paso, deleitándonos con movimientos infinitos; la precisión de las figuras nos dejan, entre otros, portés que logran transmitir la ligereza de la bailarina.
Sólo he echado en falta más entusiasmo en los abrazos que se intercambiaban, además de mayor deseo en algunos de sus encuentros, los cuales se veían demasiado azucarados en una coreografía que quizás haya abusado de la sutileza y la levedad.
Por último, la compañía da paso a Sacre, una composición de una media hora de duración, que refleja el buen estado físico y la pericia de sus bailarines, los cuales desarrollan un trabajo físico intenso y mantenido a lo largo de toda la pieza.
Esta tercera y última parte de la obra es considerada como clave del Modernismo. Fue encargada a Sasha Waltz en 1993, 100 años después del estreno de la Consagración de la primavera, de Ígor Stravinsky.
Con este trabajo, la coreógrafa vuelve a dejar constancia de su interés por los ritos y las dinámicas grupales (como ya hiciera en trabajos anteriores). Un trabajo en el que “Los rituales… muestran la estructura cíclica de la naturaleza y abordan la relación de la humanidad con sus orígenes.”
La coreografía se apoya mucho sobre una música que ha sido definida como ejemplo de “música vanguardista moderna” . Los elementos definitorios de la pieza como el ímpetu, los cambios de ritmos, los saltos, la sincronía entre los bailarines, la precisión o la fuerte carga interpretativa, se ven enfatizados por todos y cada uno de los instrumentos que componen la orquesta (cuerda, viento, percusión).
Un trabajo físico muy exigente cuya dificultad se diluye ante el expertise de los más de 25 bailarines que hay en escena. Sólo una curiosidad, el uso de figuras geométricas que se da a lo largo de la pieza, en especial del triángulo o la cruz. En relación a ésta última, los bailarines nos dejan una imagen muy impactante cuando éstos cogen a las bailarinas, mientras éstas abren los brazos formando una cruz -visualizando su crucifixión-.
Por último, merece una especial mención la maravillosa selección de piezas musicales en cada composición, dirigidas por el director musical, Titus Engel.
La primera pieza fue creada por el gran Claude Debussy a principios del s. XX; la segunda composición musical, de Héctor Berlioz (s.XIX), invita al espectador, aún más si cabe, a sumergirse en la delicada escena de amor de Romeo y Julieta y, por último, la nota de color, tensión y ritmo, la pone la música de Ígor Stravinsky.
La compañía fue fundada en Berlín en 1993, por Sasha Waltz y Jochen Sanding. Más 300 artistas de 25 países diferentes, en más de 80 proyectos de diferente índole (películas, danza, otros), son sólo algunas de las cifras que maneja esta compañía.
Sin duda, una cita con la danza y la música más que recomendable.
Sara Antequera
|
|
|
Be sociable share - Se sociable. Comparte.
|
|
|
