09.01.16
Les propongo un interesante ejercicio.
Busquen en Google “Raúl García Guerrero”.
Eliminen las referencias al Don Quijote estrenado por la CND en La Zarzuela.
No queda nada.
Ahora busquen en Google “Alan Smithee”. Lean la definición que Wikipedia da.
Saquen conclusiones.
Yo conozco el nombre del escenógrafo que se esconde tras el seudónimo “Raúl García Guerrero”, pero por respeto a su decisión de firmar con otro nombre no lo voy a dar. Si algún día él desea hablar conmigo sobre este u otro tema, de danza o teatro, estaré encantado porque sus trabajos “firmados” siempre me han gustado.
Una curiosidad. Preguntada la CND sobre este asunto me responden que “este escenógrafo siempre firma así sus trabajos de danza”. He comprobado que esto no es cierto viendo su firma real en los trabajos de danza hecho durante su carrera. Ya saben aquello de que “las mentiras tienen las patas cortas”
Lo del INAEM sería dejación de funciones
Sería dejación de funciones por parte del INAEM no hacer una convocatoria para sustituir a los directores de nuestras compañías nacionales de danza, ahora que se cumplen los cuatro años que el código de buenas prácticas marca como primer plazo. Tres años más de los actuales directores en las compañías nacionales podrían ser la puntilla final para la danza en nuestro país.
La derrota seguida por ambas formaciones así lo exige. No es una opinión sólo mía. En secreto, y con miedo, muchos profesionales y aficionados de danza me confirman que no hay una sensación de orgullo por los trabajos que estas compañías, BNE y CND, han venido desarrollando desde hace cuatro años.
El BNE se convirtió en una compañía privado, pagada con dinero público, desde el mismo momento que Najarro tomó el mando. Si se hace un seguimiento de la programación que ofrece, las coreografías de su director ocupan un destacado puesto, mientras que trabajos como “Medea” han desaparecido de su oferta “misteriosamente”.
Es de dudosa ética que una compañía nacional pague royalties a su director por coreografías que él mismo programa. Por hacer una comparativa, imaginen que los libros de texto obligatorios fueran publicados por una editorial del ministro de educación. O que el director del Museo del Prado, montara exposiciones de cuadros pintados por él mismo. Las redes sociales arderían.
Lo de la CND es más bien un triste descenso a los abismos. ¿Nadie se acuerda del renombre internacional que la compañía tenía hace apenas unos años? Tras estos cuatro años de "Martínez" no hay entre la afición ni un programa que se considere “para la historia” de la compañía.
El apresurado estreno del Don Quijote, algo que José Carlos Martínez necesitaba para justificar su trayectoria, ha sido muy bien recibido por el público al grito de “por fin un clásico en la CND”, pero en privado muchos me reconocen que ha faltado brillo. Que no era lo que se esperaba de una compañía nacional. Y es verdad, El Quijote de Martínez es digno sin más.
Al comienzo de este artículo he puesto el ejemplo del escenógrafo, pero hay más, porque hay dentro de la misma compañía descontento y, a veces, hablan conmigo.
El Maestro Roger Salas
Ya que estamos, les voy a hacer otra propuesta. Lean este interesante artículo publicado ayer por el Maestro Roger Salas. Como de costumbre certero.
La última frase es demoledora. "Cuando todos, tirios y troyanos, hablan de renovación, a alguien debía ocurrírsele deslizar la palabra danza en sus planes." ¡Bravo Maestro!
Detalle del programa El Quijote en La Zarzuela
Detalle del dossier de prensa de la presentación de El Quijote en La Zarzuela
Detalle de la web de la CND a día de hoy
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