30.11.15

En ETER.COM me piden que también haga entrevistas. Vale, si hay que hacerlas se hacen, pero será a mi modo. ¿Habrá “víctimas” que se animen a dejarme entrevistarlas?
Para facilitar los inicios en esto de la entrevista, comenzaré con alguien muy cercano a quien no conozco nada bien. Yo mismo.

Homonimus
¿Cómo llegaste al mundo de la danza? ¿Por qué creaste el portal ETER.COM?

Emilio Tenorio
Por amor a una bailarina que ya no está con nosotros.

H
¿Y por qué el nombre ETER?

ET
Es una marca registrada desde hace muchos años por mi familia. Los primogénitos siempre nos hemos llamado Emilio, de ahí la E, las letras TE son por el primer apellido, y la R por el segundo apellido (una casualidad del destino, que se va a romper conmigo, ha hecho que desde hace generaciones comience por R).
Cuando decidí crear el portal, habíamos registrado el dominio y estaba sin contenido aún. Lo aprovechamos.

H
¿Qué opinas del estado actual de la danza?

ET
Atraviesa una situación crítica. Durante los años de bonanza no se hizo casi nada por la creación de público. Fue por desidia de los responsables culturales y por la falta de unión que caracteriza a este colectivo. Ahora en plena crisis ni hay intención, ni hay unión, ni hay dinero.

Había un proyecto muy inteligente, TRASDANZA, creado por Mercedes Pacheco, pero fue absorbido por la Asociación de Madrid y pronto se convirtió en un mamoneo. Una pena.

Y hay más proyectos. Por ejemplo, el año pasado asistí con Sara Antequera , en el Teatro Real, al espectáculo docente, “DANZAR AL AIRE ESPAÑOL”, de la Fundación Gades al que asistieron 9000 escolares.
Pero son casos puntuales, fruto del esfuerzo de unos pocos héroes, y carecen de suficiente apoyo oficial.

La creación de público es fundamental, no es lo único, pero sin este comienzo no se puede avanzar.

H
“No es lo único” ¿Qué más hace falta?

ET
Comenzaré con lo que no hace falta. Los dineros públicos para la cultura son escasos y lo que le toca a la danza es una miseria. Debería llegar íntegro a compañías y bailarines. Hay que comenzar con la eliminación de mamandurrias y la eliminación de chiringuitos de la danza creados para incrementar las mamandurrias.

Y volviendo a lo mismo, una creación de público que llenara los teatros haría más atractiva la inversión de los posibles mecenas. Claro que esto no va a ocurrir si no hay una ley de mecenazgo que haga rentables las aportaciones a compañías privadas. Esto último me lo pones en negrita.

Y habría que prestigiar la danza.

Se necesitan programadores que sepan lo que hacen y a los que se les exijan calidad y resultados. Los concejales u otros cargos de la administración lo vienen haciendo bastante mal.

Y, por centrarnos en Madrid, es preciso un Teatro de la Danza, pero mientras no haya público no tiene sentido pedirlo. Volvemos a lo mismo, la creación de público.

Sería importante que el precio de las entradas se aproximara más al necesario para cubrir el coste de las producciones, y para ello los teatros públicos tendrían que dejar de tirar los precios. Me dirás que esto, subir los precios, en los momentos de crisis que vivimos sería contraproducente. Puede, pero yo he visto pagar más de cien euros por una entrada para un concierto o un partido, así que el dinero, si se ha creado la demanda, acaba saliendo de donde sea. Y si hablamos de creación de demanda, hablamos de la creación de público.

H
¿Por qué no tiene público la danza?

ET
Veamos, la danza clásica, si no te sales de lo “comercial”, Lago, Cenicienta, Cascanueces… tiene público y llena los teatros. Con una educación adecuada los teatros acabarían llenándose con otras obras no tan comerciales; como “Paquita”, por poner un ejemplo dedicado a una buena amiga.

El flamenco también tiene un público muy fiel que no crece como debería, pero se mantiene y renueva.

El problema está en la danza española y la danza contemporánea.

La danza española por el abandono absoluto que viene sufriendo desde hace años por parte de las instituciones. Sería muy importante que el Ministerio de Cultura creara una nueva compañía dedicada de lleno a la conservación de nuestras danzas autóctonas. Folklore, Estilizada y Bolera.

Respecto a la danza contemporánea, hablo de Madrid, el problema está en el feísmo que se ha instalado en sus escenarios que ha alejado al público de calle, fruto sin duda del mal gusto de las personas que han venido dirigiendo los destinos de la danza en nuestra comunidad, y los círculos de poder de los que se han rodeado, integrados por gente muy mediocre que no les pudiera hacer sombra. Esto, afortunadamente, parece que está siendo remediado gracias al “casi fin” del bipartidismo.
Pero va a costar volver a atraer al público que ha huido espantado por la oscuridad, los revolcones, los desnudos de mal gusto o sin sentido, las escenografías cogidas en contenedores de basura, las pajas mentales, la publicidad oscura/pretenciosa… Va a costar.

Yo recuerdo que hace años, muchos, había que llegar muy pronto a alguna sala alternativa para pillar entrada, y siempre había un grupo en espera de que se cayera alguna reserva para poder entrar. Y no eran bailarines. Eran intelectuales, también pseudointelectuales, que tras el espectáculo se reunían en el café más cercano a comentar. A veces, en esas reuniones, había alguien del mundo de la danza, y sus autorizadas palabras eran absorbidas con avidez por los presentes. Esto fidelizaba al público.
Todo esto se ha perdido y, si hubiera interés en recuperarlo, costaría mucho tiempo y esfuerzo. Pero no es imposible.

H
Al hablar del precio de las entradas has hablado del coste de las producciones…

ET
Un espectáculo de danza no es la hora u hora y media que el público ve en escena. Lleva tras de sí mucho esfuerzo oculto.
Semanas de ensayos en locales que cuestan dinero. Ensayos que los bailarines deberían cobrar y lo hacen en contadas ocasiones.
Escenografía, vestuario, coreógrafos, maestros de danza para la compañía, maestros repetidores, creadores de música, diseñadores, fotógrafos (hablo de los profesionales que venden un espectáculo con sus fotos. Los cuñados que lo hacen gratis suelen salir caros), iluminadores, regidores… y estoy seguro de que hay muchos más que no menciono por mi ignorancia.

Una vez que tienes montado el espectáculo, tienes que distribuirlo. Necesitas un director de comunicación (mejor un profesional, que no sea el cuñado que lo hace gratis y te sale caro), impresión del dossier, flyers, cartelería…

Cuando por fin te “contratan” en un teatro tienes que hacer frente a los costes de desplazamiento, montaje, alojamiento y dietas si es fuera de tu plaza… y la publicidad; que no se nos olvide la publicidad.

Luego está la SGAE, el puto IVA del 21% cultural, nóminas, seguros sociales, IRPF…

Piensa en un teatro de trescientas o cuatrocientas butacas, un caso medio más bien alto en nuestro país. Se optimista y piensa en una ocupación de 75%. Calcula, con un precio medio, la recaudación.

Y ahora resta el 50% que, en el mejor de los casos, se queda el teatro si vas a taquilla, que hoy es lo habitual. No salen las cuentas ¿verdad?
Tampoco salen para el teatro si la cosa se contrata a caché, porque no cubren.

Y las “temporadas” de un día, dos a lo sumo, no ayudan.

Es difícil. Por eso vemos ahora tanto sólo y tanto dúo en los escenarios.

H
Vamos a hablar de tus fotos.

ET
Sí, vamos a hablar, pero será en una próxima ocasión. Son las tres de la madrugada, si te parece eso lo dejamos para otro día.

H
Te tomo la palabra. Habrá otro día.

Y aquí termina mi primera incursión, algo seria (no mucho), en el mundo de la entrevista. Ahora a buscar “víctimas” para nuevas entrevistas en las que dejaré de ser Homónimus para ser Emilio Tenorio.

¿Alguien tiene algo que decir? ¿Alguien se anima? :-)




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