01.05.14
Ya he escrito alguna vez sobre esto.
Un pase gráfico es, o debería ser, como un escaparate mediante el cual se pretende vender un espectáculo. Siendo así lo lógico es que se procure ofrecer una muestra amplia a los fotógrafos y cámaras que amablemente, y sin esperar nada a cambio, a él asisten. Por no mencionar el respeto que merece el trabajo de los encargados de prensa del teatro que se han molestado en convocar el pase gráfico, recibir a los medios y dotarlos de la suficiente información sobre la obra.
Y si un pase gráfico es como un escaparate desde el que se pretende vender un espectáculo, lo que se presenta en el pase debería ser lo mejor del espectáculo y la interpretación debería cuidarse con más mimo, si cabe, que el que se pone en la representación en sí.
Resulta muy decepcionante llegar a un pase y comprobar que no se han cuidado todos los detalles.
No es cómodo cargar con el equipo, que pesa, y salir disparado a algún teatro o centro cultural sabiendo que en el mejor de los casos se nos va a ofrecer un pequeño extracto, que a veces no ha llegado a tres minutos, del espectáculo.
Cuiden a los medios en los pases gráficos. Recuerden que su trabajo es un beneficio sin coste para la compañía.
Siempre pongo el ejemplo del frutero que procura poner en el escaparate su mejor fruta, abrillantada con un paño, y deja la fruta más fea dentro del local, semioculta. Si este frutero obrara de otra manera, sólo cabrían dos posibles explicaciones, o el frutero es gilipollas o, por algún oculto motivo, no desea vender su fruta.
El pase gráfico que ilustra este artículo, celebrado (es un decir) hoy en un céntrico teatro de Madrid ha sido corto, muy corto y espero que no sea de la mejor escena del espectáculo porque ha sido realmente decepcionante por su falta de interés.
Además, parte del coro llevaba botas, zapatillas y calcetines bajo las túnicas y se veían; y si toca que el coro se tumbe, todos deberían tumbarse, quedaba raro ver a una de sus integrantes recostada sobre un brazo. Solo por poner un par de ejemplos.
El director, Emilio Sagi, debería haberse preocupado de que esto fuera así ya que es el último responsable. Parecería que la compañía que ha convocado el pase gráfico no deseara tener público en su espectáculo.
(Paradoja: Si no quieres vender fruta ¿para qué abres una frutería?)
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