07.11.12
La memoria es muy selectiva y tiende a olvidar lo malo en favor de lo bueno. Por eso, es fácil que algunos no recuerden la imagen, hará unos dos años, del interior de un camión en el que yacían los cuerpos, muertos por asfixia, de medio centenar de ciudadanos orientales que pretendían entrar como “ilegales” en Estados Unidos.
Los pobres incautos que tengan la “suerte” de formar parte de los 39 espectadores que, hacinados, van a entrever un espectáculo, supuestamente de danza, en el camión de Madrid en Danza podrán sentir parte del suplicio que sufrieron los mencionados ciudadanos orientales.
En un país en el que la clase política se ha preocupado de construir en cada ciudad, pueblo y aldea un centro cultural con auditorio, la memez que este año se le ha ocurrido a Ana Cabo para intentar tapar las miserias de su programación, un camión escenario, no tiene más recorrido que el de hacerse la foto política que la consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño, acompañada de su séquito de ociosos, pagados por los ciudadanos, se ha hecho delante del camión.
Como digo, una memez más de las muchas que desde hace años intentan cubrir las miserias de la programación de Ana Cabo. Memez que en esta ocasión recomiendo sólo para espeleólogos o tripulantes de submarino. Los demás van a sentir mucha angustia.
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